¿Cómo cuidar tus toallas?
El primer lavado con agua fría y por separado, ya que podrían soltar pelusa, algo de color o hilos. Después lávala cada 3 usos o una vez a la semana.
Para mantener el tejido original con sus propiedades, evitar el uso de suavizantes y jabones con agentes blanqueadores, maltratan las fibras y dañan las toallas. Usa poca cantidad de detergente, ya que el exceso de jabón hace que disminuya su calidad absorbente.
Para evitar que los rizos de las toallas se enganchen y se deformen, pon una lavadora sólo con toallas.
Consejo: SI SE TE ENGANCHA UN RIZO, NO LO ESTIRES, SIMPLEMENTE, CÓRTALO CON UNAS TIJERAS.
Antes de tenderlas o meterlas en la secadora agítalas, con el fin de esponjar la tela.
Si usas secadora, recuerda que el calor daña el tejido y por eso es recomendable secarlas a baja temperatura. No las dejes demasiado tiempo secando, ya que un secado excesivo podría romper las fibras.
Si eres de los que secan las toallas con la brisa exterior, te recomendamos que las cuelgues por el extremo corto. Asegúrate de que se han secado bien antes de guardarlas de nuevo.
Entre una ducha y otra, tiende tu toalla en una barra, ya que de este modo queda plana y se secará más rápidamente. Si la cuelgas de un gancho no se secará bien y puede generar hongos y malos olores.
CONSEJO: PARA MANTENERLAS SUAVES, USA UNA PEQUEÑA TAZA DE VINAGRE BLANCO.
Doblar y guardar tus toallas correctamente también forma parte del ritual para conservarlas en las mejores condiciones. Reserva un armario o algunas repisas dentro de uno para ellas.
Sabemos que tendrás la tentación de guardarlas en el baño.
Resiste. Te recomendamos que el espacio sea seco y fresco, para evitar la humedad, moho y demás bichillos microscópicos. Puedes guardarlas dobladas o enrolladas, eso ya depende del espacio del que dispongas.
CONSEJO: AÑADE UNA BOLSITA DE LAVANDA PARA QUE TENGAN UN OLOR AGRADABLE Y RELAJANTE.
